La seguridad en la Quiropráctica: ¿Es seguro ajustarme?

La seguridad en la Quiropráctica: ¿Es seguro ajustarme?
los estudios científicos más rigurosos y las revisiones exhaustivas de la literatura respaldan la seguridad de la atención quiropráctica.

Si alguna vez has considerado acudir a un quiropráctico, es posible que te hayas preguntado si la Quiropráctica es segura o si podrían causar daños. Sin embargo, la ciencia e investigaciones sobre la atención quiropráctica nos muestra que su seguridad es sorprendentemente alta y está asociada con niveles altos de satisfacción por parte de los pacientes (Rubinstein, 2008; Coulter et al., 2018; Gaumer, 2006).

Es importante reconocer que en todas las formas de atención médica existen ciertos riesgos involucrados (Jevne et al., 2014). Dado que los quiroprácticos utilizan procedimientos manuales en su práctica diaria, es lógico pensar que podría existir algún riesgo de que, en casos raros, algunas personas experimenten eventos adversos después de una visita (Gouveia et al., 2009).

Sin embargo, varios estudios han revisado exhaustivamente la literatura publicada sobre la seguridad de la quiropráctica y han llegado a conclusiones alentadoras. Según estas revisiones, los eventos adversos graves son extremadamente raros, y en la mayoría de los casos, los científicos no pueden determinar con certeza si la atención quiropráctica fue la causa del evento (Cassidy et al., 2009). En comparación con otras intervenciones de atención médica, la quiropráctica tiene un historial de seguridad envidiable (Rafter et al., 2014).

 

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La rareza de estos eventos adversos graves después de la atención quiropráctica dificulta una estimación precisa de su frecuencia real (Gouveia et al., 2009). Las estimaciones aproximadas sugieren que estos eventos ocurren en rangos que van desde uno cada 20,000 hasta uno cada varios millones de visitas quiroprácticas (Rafter et al., 2014). En comparación, un estudio reveló que las personas que deben acudir al hospital tienen una probabilidad de uno de cada tres de sufrir un evento adverso (Makary & Daniel, 2016).

 

Eventos adversos ocurren en rangos que van desde uno cada 20,000 hasta uno cada varios millones de visitas de Quiropráctica.

 

Es más común que después de un ajuste quiropráctico algunas personas experimenten rigidez o dolor leve, pero estos síntomas generalmente desaparecen por sí solos (Rubinstein, 2008; Gouveia et al., 2009; Thiel et al., 2007).

Es comprensible que algunas personas estén preocupadas acerca de la posibilidad de que un ajuste quiropráctico pueda provocar un accidente vascular, en relación a los mitos que existen o que pudiste haber escuchado sobre la quiropráctica. Sin embargo, numerosos estudios han investigado minuciosamente esta relación y han encontrado resultados tranquilizadores. Dos estudios independientes examinaron grandes bases de datos de pacientes en Canadá y Estados Unidos y compararon a personas que habían sufrido un accidente vascular con aquellas que no lo habían experimentado. Los resultados revelaron que no había una mayor probabilidad de haber consultado a un quiropráctico antes del accidente vascular (Cassidy et al., 2009; Rubinstein, 2008).

 

Resumen del artículo: Seguridad en la Quiropráctica.

 

Los estudios científicos más rigurosos y las revisiones exhaustivas de la literatura respaldan la seguridad de la atención quiropráctica. Los eventos adversos graves son extremadamente raros y no se puede estimar con precisión su frecuencia real. En caso de ocurrir, suelen ser eventos menores que se resuelven por sí solos y no empañan los altos niveles de satisfacción de los pacientes (Rafter et al., 2014). Por lo tanto, puedes estar seguro de que si acudes a un quiropráctico, estarás en buenas manos.

Referencias:

  • Cassidy JD, et al. (2009). Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, 32(2, Supplement 1), S201-S208.
  • Coulter ID, et al. (2018). Spine Journal, 18(5), 866-879.
  • Gaumer G. (2006). Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, 29(6), 455-462.
  • Gouveia LO, et al. (2009). Spine, 34(11), E405-E413.
  • Jevne J, et al. (2014). Chiropractic & Manual Therapies, 22(1), 37.
  • Makary MA, Daniel M. (2016). BMJ, 353, i2139.
  • Rafter N, et al. (2014). QJM: monthly journal of the Association of Physicians, 107(7), 523-532.
  • Rubinstein SM. (2008). Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, 31(6), 461-464.
  • Thiel HW, et al. (2007). Spine, 32(21), 2375-2378; discussion 2379.
 
Agradecimientos
 
Dr. Heidi Haavik – BSc (Physiol) BSc (Chiro) PhD
Dr. Kelly Holt – BSc, BSc (Chiro), PGDipHSc, PhD
Dr. Jenna Duehr – BChiro, BHSC (Enfermería), MHSc
 

https://www.heidihaavik.com/

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